jueves, 7 de octubre de 2010

¡Que vida más dura...!

A un hombre de unos 70 años le está entrevistando un periodista en plena calle.



El hombre entrevistado se expresa del siguiente modo:



Soy hijo de exiliados.

Hasta los 27 años y poco antes de la transición no pude volver a España por culpa de Franco.

A mi padre, pobrecito, no sabíamos ni dónde enterrarlo. Mi madre estuvo muchos años en silla de ruedas.

Ahora tengo 70 años. Hace meses me sacaron el 30 % de un pulmón.

Mi mujer es inmigrante. Tengo tres hijos con ella. De los tres sólo trabaja una, la del medio,... pero no cobra nada.

La hija mayor se acaba de divorciar. Mi yerno se daba a las drogas y al alcohol y la ha dejado con dos niños.

El pequeño de mis hijos aún no se ha ido de casa y además se ha casado con una divorciada y la ha traído a vivir con nosotros. Esa señora antes trabajaba, tenía muy buen puesto, pero desde que vino a mi casa ya no hace nada. Ahora tienen dos niñas que también viven bajo nuestro techo.

Y para colmo este año, con lo de la crisis, casi no nos hemos podido ir de vacaciones y si me apuras... ni he podido celebrar que España ha ganado el Mundial.

Todos, incluidos los nietos, viven de mi asignación.



El periodista pone los ojos muy redondos y comenta:



Perdone Majestad, no creo que su situación sea tan mala...




Dedicado a todas las personas que realmente lo están pasando mal en esta vida.

Un abrazo.

4 comentarios:

Beatriz dijo...

¿Realmente la vida es dura Manu?
En menos de un año viví un terremoto, un tsunami,
el invierno más frío de las últimas décadas, un Bicentenario,
y 33 mineros fueron sepultados vivos y rescatados a los 70 días.
Y aún así no creo en dios ni en milagros, solo creo en la buena organización, el apoyo financiero y la sincronización de cada uno de los sectores que componen un grupo determinado para un propósito específico, muy parecida a las hormiguitas a las cuales imitamos.
La vida no es dura, lo duro es carecer de las herramientas para solucionar los problemas.
Saludos

Manu dijo...

Hola Beatriz.

Cuanto tiempo sin tener noticias tuyas.
Bueno, veo que eres muy optimista y eso es bueno.
Tosa esas cosas que dices haber vivido en este último año son ciertas y han pasado en tu país, Chile, pero salvo el frío invierno (que seguro pasaste resguardada y bien abrigada), ninguna de ellas la has sufrido en primera persona ¿verdad?. (Al menos eso espero).
Creo que tienes razón en tu comentario.
Es más, en realidad esta entrada es una parodia.
Normalmente siempre suelen(solemos) quejarse más los que mejor viven (vivimos). Además la familia real española parece un fiel reflejo de los tiempos actuales en la sociedad española, sólo que, como tú bien dices, "La vida no es dura, lo duro es carecer de las herramientas para solucionar los problemas."
Hay muchísimas personas con verdaderos problemas económicos, sociales, laborales y de salud que sufren de forma anónima un verdadero infierno diario y por eso dedico esta entrada a todas ellas, porque es cuando menos irónico darse cuenta de que los poderosos también sufren problemas "reales", aunque su nivel económico (pagado a escote entre todos los españoles) les permita sobrellevarlos con muchísima más dignidad, por supuesto.
Todos somos humanos y vivimos la misma vida, aunque la fortuna sonrie a unos muchísimo más que a otros.

Un abrazo y cuídate.

Beatriz dijo...

Que relativo es lo que dices, obvio, si la comida y el trabajo están asegurados, aunque hayas alcanzado tus metas más grandes nuestra condición humana nos condena a buscar nuevas metas, de lo contrario se puede caer en la depresión de tenerlo todo, es por eso que la mayoría de los seres depresivos y con conflictos existenciales son adinerados, creo se supera con el solo echo de admitirlo y seguir curioseando e investigando para que nuestra mente se siga deslumbrando y entreteniendo, mientras intentamos vivir.
Las familias reales llevan su propio peso, aún recuerdo la cara de susto del príncipe de Asturias en Valparaíso en pleno cambio de mando en el congreso ante una réplica y una amenasa de tsunami jajaja creo que en ese momento ningún español lo envidiaba.

Beatriz dijo...

Aclaro Manu, el terremoto y las amenasas de tsunami las viví en primera persona, si no me asusté es porque este país ha sido siempre sísmico y conservaba el recuerdo del terremoto del 85 que fue peor, agregando a esto las incontables historias de padres y abuelos que han vivido incontables tragedias naturales, Chile es el país que ha padecido los terremotos más grandes de la historia.
Ante tanta tragedia, las naturales no me asombran, solo me han asombrado y asustado los seres humanos indolentes y dañinos que abundan mucho, sinceramente eso me asusta mucho más, los puedes encontrar a la vuelta de la esquina.